Después de tanto tiempo ella pensó que nada seria lo mismo
Luego de cada roce su cuerpo se estremecía como nunca antes
Lo anhelaba, lo deseaba, tanto así que en ese preciso instante lo imaginaba sobre ella
Hablaban, sonreían e intercambiaban miradas, miradas que llevaban un intertexto
Miradas que decían, que comunicaban mucho mas de lo que las palabras hacían
En un instante muerto se agotaron las palabras, el tema se detuvo,
Sin embargo las miradas continuaron su nexo, mantuvieron la conexión
Él se acercó, y en seco le robó un beso.
Ella no se negó, no pudo, la perplejidad la invadió y cada trozo de su cuerpo se erectó
Sus pezones se pusieron duros hasta el punto de doler con cada roce.
Él de alguna manera lo supo, lo sintió, y rápidamente arremetió sobre sus pechos, deshaciéndose de todo lo que los cubría
Abriéndose paso hacia la piel, la carne, el calor, de su aroma irresistible
Y el sonido irrenunciable de sus gemidos, de su respiración agitada con cada beso
Profunda con cada roce de sus labios y su lengua sobre ella.
Su cuerpo se estremeció, sus labios y sus mejillas enrojecieron, descubriendo su excitación, sentía cada pulsación en medio de sus piernas
En lo mas profundo de la carne de su vagina, en los pliegues de su clítoris, percibiendo como poco a poco se humedecía y se mojaba
Como su cuerpo se preparaba para recibirlo a él, a su cuerpo, a sus ganas.
Nada demoró en llegar hasta la fuente donde fluía todo su deseo
Nada demoró en saborear, en tantear sus ganas.
La degustó como hacía tiempo nadie lo hacia, profunda y extensamente
Ella lo disfrutó, gimió todo lo que quiso sin pudor, se dejo querer
O lamer en este caso, pero ella quería más
Lo quería adentro, sentía sobre sus pantalones la envergadura de su miembro
Meciéndose entre sus piernas, tratando de atravesar sus ropas
Y eso a ella le calentaba en extremo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario